Los hombres tienen una peculiar vista para las mujeres, ya
que analizan toda parte de su cuerpo antes de acercárselas. Y es como un
deleite para los varones cuando una mujer pasa por su frente. La mujer es lo
más hermoso que un hombre puede apreciar en su vida, ya que cuenta con ciertas
atribuciones que definitivamente llaman como perro a su comida al hombre. Las
mujeres pueden ser un poco agresivas en ciertos momentos o pueden ser
indiferentes, pero aun ellas haciendo esto, no pierden sus encantos. Por razones
naturales, cuando el macho ve a una mujer con proporciones hermosas se ponen en
cierta forma alerta.
Hay muchas cosas en las que un hombre se puede fijar, y es
que las mujeres son un mundo, y cuando te adentras en ese mundo es como
interminable, porque suelen aparecer muchas cosas nuevas, a simple vista dices “Wow
que obra de arte”, pero cuando vas más allá de las simple vista entiendes esa obra
de arte. Pero hablando de la primera vez en que la ves, los varones son susceptibles
con algunas características de la mujer, estas son sus “Mellizas”.
Los machos en lo primero que se fijan es en el cuerpo de la mujer y luego en sus sentimientos o en la personalidad en sí, y nadie puede decir lo contrario sin mentir al respecto, solo una mínima porción de los hombres se fijan en los sentimientos primero.
Los machos en lo primero que se fijan es en el cuerpo de la mujer y luego en sus sentimientos o en la personalidad en sí, y nadie puede decir lo contrario sin mentir al respecto, solo una mínima porción de los hombres se fijan en los sentimientos primero.
Como ya te decía los hombres son obsesionados con las “amigas”
de las mujeres; cuando son artificiales disfrutan verlas por igual, pero cuando
son naturales su motivación es más grande aun.
Hoy te mostraremos las mujeres que podrían ganar cualquier
concurso en cuanto a belleza física se trata, y lo mejor de todo es que son
totalmente naturales. En estas imágenes no se puede ver que tan buenas o malas
son, pero si se puede ver lo que a primera vista el hombre busca.
